martes, 4 de septiembre de 2007

VIDA MUNDANA

Juluel

Muchas veces con sólo la observación podemos aprehender muchas cosas. Observando podemos describir y analizar; más con sólo la observación no podemos hacer ciencia, por que la ciencia para ser tal requiere de herramientas que le permita aprehender la realidad, para probarlo, para verificarlo. En este caso no haré ciencia, solamente observaré, describiré y analizaré. Esto es, observaré la vida mundana.
Vida mundana: “vida en este mundo” o “la vida de este mundo”. Decir que vivimos una vida mundana significa que pertenecemos a “este mundo”, a “este planeta”, a “este lugar”. La vida mundana no es como muchos pueden pensar solamente “vida bohemia”, “vida de perdición” o cosa por el estilo. Mundano o mundana significa “relativo a este mundo”, es decir se refiere al mundo o a este mundo.
La vida mundana es pues parte de la vida cotidiana tanto como la vida cotidiana resume la vida mundana, es decir, ambos constituyen el reflejo, el “extracto” de la vida en el tiempo y en el espacio. Esos acontecimientos “especiales”, generalmente no planeados, no meditados, no anticipados, no reflexionados que se presentan en la vida cotidiana, en nuestro diario vivir, pertenecen a la vida mundana, a la vida de cada día, la vida tal cual es, tal como se presenta en el “escenario”: horrorosa, gratificante, bulliciosa, silenciosa y graciosamente “desnuda” en el que las personas no somos más que títeres de las circunstancias, del contexto, del momento.
Digo entonces: la vida mundana es mi forma de vivir la vida sin formalismos, sin pudor, sin máscaras. Esta vida es vida que me devela (la mayor de las veces sin que yo lo quiera ni lo sepa), muestra mis defectos, mis virtudes, mis debilidades, mis fortalezas, mi forma de pensar y de sentir frente al mundo y frente a los otros. Mi vida mundana no es sino los sucesos en mi vida cotidiana.
Por ello podemos decir que en la vida mundana somos los hombres al descubierto: el animal salvaje, venenoso, caritativo, temeroso, confiado, perverso, humilde, solidario, egoísta, orgulloso, arrastrado, irritante, simpático, ambicioso, desinteresado, frustrado, sensato, Quijotes y Sanchos.
Cuando escapamos de la vida mundana (que lo hacemos conscientemente, por que sabemos que lo estamos haciendo) somos el empresario, el político, el profesional, el estudiante, el hombre inteligente que controla las circunstancias y deja, por lo menos por un lapso, el papel de títeres de las pasiones, de las circunstancias y del mundo exterior. Pero no se crea que entonces abandonamos por completo la vida mundana, ella está ahí, entre nosotros, a punto de aflorar ante el pequeño descuido, ante la pequeña desatención.
En conclusión, la vida mundana es la vida tal cual es, sin fingimientos, sin hipocresías, es decir, la vida real al descubierto.

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